martes, 26 de octubre de 2010

El misterio de los calcetines


Arrodillada en el suelo tantea el hueco bajo mi cama, pero tampoco está allí. La observo mientras se incorpora con el calcetín viudo en la mano derecha y se muerde el labio inferior.
- Lola - reclamo su atención
- No encuentro el dichoso calcetín.
- Lola, cariño
- Siempre lo mismo. No sé dónde se meten.- sale de la habitación aún con la solitaria prenda en la mano y se dirige a la galería sin ni siquiera mirarme - A veces creo que es una broma.
Abre la lavadora y mete el brazo en el tambor vacío. Se agacha y husmea en su interior.
- Nada, aquí tampoco.
- ¡Lola! - la cojo del brazo para asirla y la miro intentando no llorar - Para por favor.
- ¿Sabes cuántos de estos tengo sin pareja?- me espeta poniéndome el calcetín en las narices.
- Lola, se ha ido.
Miro a mi amiga intentando encontrar algún gesto de comprensión, pero su cara no muestra nada. No hay reacción por su parte.
- Lola ¿me entiendes?
El silencio no ayuda. Ya no sé si es necesario comprobar si ella está bien y comprende lo sucedido o apartarme y dejar que continúe su búsqueda.
- Luís- pronuncio su nombre sin perder de vista sus ojos - ha tenido un accidente- ella tiembla - Lola, ha muerto.
Siento la gravedad de la situación en cada respiración y continúo escrutando sus reacciones, pero nada.
Ella se zafa de mí y me mira sólo un segundo antes de continuar aquella misión que hoy le sirve de muralla.
- ¿Dónde estará el maldito calcetín?

viernes, 15 de octubre de 2010

¿Profesionales o personas?


Anoche escuché una frase que se ha quedado clavada en mi mente. Decía algo así
"Una educación básica no debe conformarse con formar profesionales sino personas"
Creo que era el que fue encargado de cultura en la II República, uno de los pedagogos de La Residencia de Estudiantes que este año está de celebración.
Tras la frase me surgió una duda: ¿Por qué no retomar ese tipo de educación después de la muerte del dictador si parece que es un hecho la gran valía de este modelo?
Luego la indignación con una nueva pregunta: ¿Es que en este país sólo valen los profesionales y no interesan las personas?
Otro pensador español, también miembro de la residencia, dijo que el hombre (o mujer) que pensaba y no daba por ciertas las creencias tradicionales con las que se le había educado sin meditar antes sobre ellas, podía ser llamado individuo.
Es un concepto completamente diferente al que me ha llegado, pero tiene sentido que en mi bagaje el significado de "individuo" sea peyorativo.
Pensándolo bien, la individualidad, entendida como se expresa en la anterior cita rompería el movimiento que por inercia lleva la masa, llamémosle... borreguismo.
Y es que ¿qué le pasaría al pastor si sus ovejas empezaran a cuestionar no sólo sus órdenes, sino también sus rutinas y decidieran por sí mismas? En mi opinión este pastor necesitaría recurrir al valium en más de una ocasión.
Actualmente se habla de "los niños del tercer milenio" (os dejo un enlace con información http://www.scribd.com/doc/28362280/Los-ninos-del-tercer-milenio-articulo-de-Noemi-Paymal-publicado-en-la-revista-Mente-Sana ) que vienen a ser esos supuestos nuevos modelos de niños con inquietudes que no satisface la escuela actual y que son pasto de etiquetas como la de hiperactividad, soñadores, TDA...
Pero yo estoy convencida de que si no los niños (que también) los maestros del tercer milenio ya existían en 1910.

miércoles, 13 de octubre de 2010

¿Matan las escuelas la creatividad?


Desde hace tiempo (y hablo de siglos) el triunfo laboral era tal cuando sucedía en determinados gremios. Y la forma de evaluarlo era el dinero.
En una sociedad cada vez más preocupada por este "triunfo" son cada día más personas las que intentan destacar en el puñado de profesiones con prestigio. Pero no hay sitio para todos y lo que antes era exclusivo ahora pertenece a la masa, al vulgo y se convierte en vulgar y devaluable.
Pero mejor entrad en el siguiente enlace y disfrutar de un gran orador y unas cuantas verdades:
http://video.google.com/videoplay?docid=-9133846744370459335#

El Sr. Destino y la Sra Suerte

Algunas tardes de lluvia como ésta, sentada en mi sofá y protegida por mi suave mantita, mi cabeza se niega a tomarse un descanso.
Hoy me pregunto si es el destino el final de un camino o el fin.
Últimamente creo que lo que hasta ahora llamaron destino no es más que el desarrollo de los dones (otra palabreja con toque místico) con los que nacimos y no los que adquirimos, que esos son comunes y no se disfrutan igual.
Por eso, si antes me molestaba la típica pregunta de: ¿pero eso tiene salida?, ahora me enfurece. Y me enfurece porque cada mañana encuentro personas asqueadas con aquello a lo que dedican la vida.
Alguien me dijo una vez que tenía suerte de trabajar en aquello que me gustaba.
¿Suerte? ¿Qué es la suerte sino oportunidades que se toman con sus riesgos incluídos?
Por eso hoy pienso en mi destino repasando mis cualidades y mis deseos y poco a poco voy teniendo una imagen clara de este.
Os escribiré desde allí, cuando llegue