martes, 18 de mayo de 2010

Y el destino se durmió

Fue después del tequila,
detrás de las olas,
cuando el pecado fraguó su defensa,
mientras dormía el destino

Se basó en la fuerza de un beso
robado a la suerte
de luces terrenas
y suspiros de vodka y ron

Eclosionó en mis entrañas
despertó mi hambre de ti
y yo fui más yo que tú en tus labios
y en la yema de tus dedos

Sin permiso ni visado reconocí
tu cuerpo con mi lengua
marcando mis conquistas con mis besos
ayudada por la infantería de mis manos
naufragué en el estrecho de tus pantalones vaqueros


por Sara Fernández García

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