Hay una duda, una vieja conocida, que se presenta en mi puerta cada vez que envío un escrito a algún concurso. Se trata de la diferencia entre cuento y relato.
Personalmente tengo bastante clara la diferencia entre la sal y el azúcar aunque alguna vez confundí el recipiente con desagradables consecuencias para el paladar. Pero cuando se trata de diferenciar estos dos géneros ando algo perdida. Incluso he llegado a plantearme la posibilidad de que no exista tal diferencia (que cosas se me ocurren ¿no?)
Y cual fue mi sorpresa al descubrir que el profesor Fernando Valls, de la Universidad de Barcelona, dice lo siguiente: “no existe, hoy por hoy, ninguna diferencia entre cuento y relato, a la hora de designar el cuento literario, al menos en el castellano que se habla en España".
Pero claro, en esas convocatorias a las que viajan mis trabajos especifican claramente si se trata de un concurso de relatos o cuentos y luego están los que no se mojan, los concursos de narrativa corta.
Empar Moliner, en un programa de TV3, intentó distinguir entre uno y otro, pero no me pareció muy convincente. Decía que, si fuese una canción, el cuento acabaría con un “¡chin- pum!” mientras que el relato acabaría más bien como si pudiera continuar, acabaría con un “fade out”.
Así que sigo igual de confundida o peor, pues no paro de buscar "chimpunes" en todos mis escritos
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