martes, 30 de marzo de 2010

Control+ z

Tendida en el sofá con las piernas colgando mira fíjamente la pantalla de su móvil. Algunas veces un grupo de letras hieren más que un balazo y si lo que forman es EL nombre, la herida produce además un desgarro que a priori parece irreparable.
Mientras observa aquel nombre duda si borrarlo o no. Por un lado el número de teléfono tras las letras ya lo tiene en su cabeza igual que el rostro de la persona en cuestión y ciertos momentos a los que se niega a renunciar.
Por otra parte tal vez fuera menos doloroso buscar en la lista de contactos si no encontrara siempre su nombre.
Pero eliminarlo de aquel aparato haría más real la pérdida.
Por suerte para ella los accidentes a veces son positivos y está a punto de suceder uno.
Cierra los ojos y deja el móvil sobre la mesa mientras se le escapa un suspiro. El teléfono vacila al borde del mueble y cae sobre los zapatos que minutos antes habían sido olvidados.
Sobresaltada se incorpora y recoge el teléfono, pero al mirar la pantalla comprueba que aquellas letras ya no están.

2 comentarios:

  1. Quant de bé i mal han fet els mòbils...Jo he hagut d'esborrar més d'un número per tal de no tornar a veure El nom.

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  2. Hola,aqui ando conociendo nuevos lugares,paseando por tu sitio me gusto mucho,tienes un muy buen blog,yo seguire pasando y te espero de visita por Peregrino de Sabiduria o por Cuentos y Orquideas,mucha luz y hasta pronto...

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