miércoles, 31 de marzo de 2010

De cómo poner un punto y final



Veo como se mueven tus labios pero lo que dices me suena a chino, me resulta tan incomprensible como el sonido del mar aunque menos relajante, de hecho está empezando a ponerme nerviosa, y más que eso, comienza a molestarme de verdad.
No se como funciona tu cabeza pero no veo un atisbo de luz, ni una cerilla encendida, ni un ascua, solo caos y confusión.
Decido detener tu soliloquio
-¿Me estás diciendo que no quieres nada conmigo?
- Bueno, sí y no
- ¿Sí y no?
- Quiero decir...
- Déjalo. Eres la incoherencia personificada cariño y tengo cosas mejores que hacer que hacer de terapeuta.

3 comentarios: