lunes, 15 de noviembre de 2010

Recuerdos

Algunas noches al cerrar los ojos, de pie, frente a la ventana abierta, recuerdo el silencio de Karnak, reptando como una serpiente entre sus columnas. Es entonces cuando la calma me envuelve y encuentro cobijo en el fresco y húmedo viento mediterráneo que se cuela, como un ladrón de sueños, en mi habitación.

2 comentarios:

  1. El frío se invita traspasando el laberinto cerrado de la ventana. La noche, igualmente fría y negra, adorna su cabeza de estelares sueños, como aquel que me trae y siguen atrayéndome en aquella avenida donde se multiplicaba la belleza de tu cabeza, tu cuello y ese pecho de mujer, anhelante, suspirando mil palabras en el encuentro. Ahora, tras el espejo, en la fría noche, echo de menos tu esfinge dibujada en el lagrimal del cristal transparente que me guía a tu lado.

    ResponderEliminar
  2. Vaya.
    Me dejaste sin palabras y con curiosidad.
    ¿Existe algún hueco en este espacio virtual en el que pueda leer más de ti?

    Gracias

    Un saquito de besos

    ResponderEliminar