miércoles, 18 de enero de 2012

Grito

Un puño invisible presionó su estómago haciendo subir el nudo de la angustia por su esófago. Ella se sujetó la garganta para parar lo inevitable mientras mordía con fuerza.
"Mantén la vista al suelo.- se decía a sí misma- Uno, dos, tres. Aguanta esa presión y sube la mirada. Cuatro, cinco, seis. Siente la rabia, la impotencia y la ira inundarte. Fíjate en esa chica que te mira aterrada. Mantenlo sólo un poco más, sólo un poco más y ¡ahora!"
Su grito rompió el aire. Quedó rebotando durante unos segundos eternos, incluso después de la oscuridad. Le siguió un silencio de respiraciones mantenidas que significaban un rotundo éxito y cayó el telón con la explosión de aplausos.

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