miércoles, 16 de febrero de 2011

Triunfar o no.

Todo empieza el día que tus padres te compran un "babi" y te llevan al colegio. Pasas los años entre esas paredes, dejándote las rodillas en el patio (algunos se dejan hasta los dientes), y cargando con el peso de la cultura sobre tu espalda. Todo para completar tu educación y llenar tu cabeza de conocimientos que dicen te servirán pero nadie te concreta cuándo.
Después de la escuela primaria, la secundaria y luego bachillerato. ¿Y luego?
Luego llega la inevitable pregunta ¿ahora qué?. Pues ahora es cuando decides qué quieres ser de mayor. Y sobre todo decides si eso que quieres ser de mayor tiene salidas. ¿Salidas de emergencia?
Entonces piensas que cuando medías un metro menos siempre hablabas de ser bailarina, marinera, granjera, arqueóloga, actriz, maga o vete a saber qué. Y ahora nada de eso es una opción porque según los adultos, que saben de estas cosas, no tiene salidas.
Y es que tus padres y las personas que de verdad te quieren desean que seas feliz. Para ello creen que es imprescindible triunfar y tal vez estén en lo cierto pero ¿qué significa realmente triunfar?
Pongamos por ejemplo que yo estudiara (qué sé yo) Filología. Bueno, triunfar sería acabar la carrera y luego el máster (de educación que no del universo) y sacar una plaza de docente en las oposiciones, que con ese nombre ya tiene mérito lo de planteárselo. O seguir con el doctorado y hacer investigaciones lingüísticas. O dedicarte a traducir textos, trabajar en una editorial como editora o correctora de estilo, etc.
¿Qué pasa si yo quiero ser ilusionista? Pues primero pasa que todas las personas que se consideran en su sano juicio intentarán disuadirme durante un tiempo. Tiempo en el cual se darán cuenta de que es el ilusionismo, en este hipotético caso, lo que realmente me hace feliz. Después te encontrarás con que, a pesar de horas y cantidades importantes de dinero e ingenio (para suplir la falta de lo anterior) invertidas en tu sueño, la valoración por parte de quienes contratan tus servicios será nula o muy escasa.
Y lo más duro. ¿Qué significa triunfar en el mundo de las artes y, en concreto, en la magia? Pues ser como el Copperfield o el Tamariz. Ser mediática, conocidísima y, ya que estamos, millonaria.
Lo mismo sucede si lo que te apasiona es escribir. No basta con publicar, es importante atesorar cientos de miles de premios y tener alguno de esos conocidos hasta los ciudadanos que no han leído nunca un libro.
¿No os resulta injusto y hasta esperpéntico? Sería como decirle a una estudiante de filología que no triunfará hasta pertenecer a la Real Academia, a un biólogo que encuentre la cura al cáncer, a una matemática que descubra la función o algoritmo que permita explicar el amor, etc.
Tal vez por esta razón cuando, hace unos años, mi sobrina me dijo que no sabía qué sería de mayor yo le contesté: "no importa qué seas de mayor mientras seas feliz y te guste tu vida". Ahora cada vez que le hacen la típica y nada inocente pregunta de "¿qué quieres ser de mayor?" ella responde "FELIZ"

3 comentarios:

  1. Nunca mejor dicho, lo de cargando con el peso de la cultura sobre tu espalda. Quizás más tarde decides estudiar en la Universidad, y una vez acabada la carrera no consigues trabajo por mucho título que tengas.
    Realmente hay que hacer algo en lo que nos sintamos a gusto, con nosotros mismos, con nuestro trabajo.

    Es muy bonito lo que dice tu sobrina,
    -"¿qué quieres ser de mayor?"
    -"FELIZ"

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  2. y tu sobrina es la que lo tiene mas claro y mas difícil de todos

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  3. "Llamamos éxito al hecho de conseguir aquello que nos proponemos y además nos sentimos bien con ello" - Esto es de libro, yo sigo pensando que el éxito es lo bien que te sientes con aquello en lo que te has convertido para encarar lo que fuera que te propusiste.

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