
Le pareció tan fácil tomar la decisión de salir de aquella cama, sentarse en el borde, sentir el frío suelo de marmol en sus pies descalzos e incorporarse, que una sonrisa sincera se dibujó en sus ojos por primera vez en demasiado tiempo...
Lo que ella no sabía es que a pesar de la dificultad a la hora de tomar la decisión de levantarse, lo más difícil era qué hacer con esa decisión: andar para sentarse en su silla frente al ordenador e introducirse en un mundo aparente donde protegerse con más vestiduras, o desnudar su alma y abrir la puerta sin saber qué hay al otro lado...
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Porque recuperar una estrella nunca es fácil, pero si agradable si tienes buena compañía en tu búsqueda...
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