jueves, 25 de febrero de 2010

Divagaciones varias (III y IV)

Cuestionar la seguridad que en sí misma tiene otra persona es, sin duda, cuestionar la propia.

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Hace tiempo que dejé de saltar.
Justo cuando aprendí que siempre volvía a dar con el suelo

3 comentarios:

  1. Ay, cariño, ese es el problema.

    Lo bonito de saltar no es volver a caer, es la sensación de libertad de estar en el aire.

    Y lo bonito de caer es que puedes volver a saltar.

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  2. la cuestion no es preguntarse sobre la seguridad de uno o de otros. Es sentirte segura de ti misma, porque? porque lo mereces.. y podras seguir saltando, cada vez que caigas, pues se que eres testaruda

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